Son dos los movimientos que realiza nuestro tórax: el de inspiración y el de espiración. En ellos intervienen los músculos del pecho, el diafragma y los músculos que se encuentran entre las costillas. La ventilación de los pulmones se adecua a las necesidades del organismo, gracias a la acción de un centro nervioso situado en el bulbo raquídeo: el centro respiratorio.
Inspiración
Para inspirar, el diafragma se aplasta y se contrae, y las costillas se mueven hacia arriba y hacia afuera. Esto hace que aumente el espacio dentro de la cavidad torácica y que la presión del aire dentro de la misma sea inferior a la externa. El aire ingresa rápidamente, para ocupar el lugar disponible dentro de los pulmones.
Espiración
La espiración es un acto sobre todo pasivo. Se produce cuando el diafragma se relaja y sube, y las costillas se desplazan hacia abajo y adentro. El espacio de a cavidad torácica disminuye y el aire es expulsado hacia afuera. Los pulmones del ser humano adulto tienen una capacidad de alrededor de 3 litros de aire, pero sólo se intercambian medio litro en cada movimiento respiratorio.
REFERENCIAS:
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